¿Te has preguntado alguna vez por qué las placas de acero son tan fuertes? ¡Eso es solo un proceso genial, llamado galvanizado, por cierto! En Jiangsu Dingyida Special Steel, tienen su propio método para aplicar una capa de zinc a las placas metálicas. Esto evita que las placas metálicas se oxiden y dañen (¡hay más de 1 millón de piezas que necesitan ser recubiertas en cada par de auriculares!), así que incluso cuando se usan, todavía se ven bien!
Estas son grandes chapas a un precio sólido, ¡son fantásticas cuando se trabaja construyendo casas o puentes, e incluso áreas de juegos para niños! Estas chapas son extremadamente duras, por lo que soportan cosas pesadas sin doblarse o romperse. Además, como son resistentes a la oxidación y la corrosión, no se estropearán por la lluvia o la humedad. La próxima vez que veas levantarse un edificio, presta atención a las chapas metálicas. ¡Probablemente sean galvanizadas!
La oxidación y la corrosión son los malos de las chapas metálicas. Pero la galvanización puede ayudar a que las chapas metálicas permanezcan fuertes y bonitas durante décadas. Las chapas metálicas galvanizadas tienen un recubrimiento de zinc, que protege el metal del agua, el aire y otras cosas que causan óxido. Así que, aunque laves mucho a mano o las chapas estén en rincones difíciles, ¡todavía parecerán nuevas!
Las chapas galvanizadas no solo se utilizan en la construcción, ¡tienen numerosas aplicaciones! Ya sea que las necesites para fabricar piezas de automóviles, equipos eléctricos o incluso muebles, estas chapas son muy útiles y se pueden moldear en muchos tamaños y formas diferentes. Además, como son increíblemente resistentes, pueden soportar altas temperaturas y pesos pesados sin romperse. Sea cual sea tu ocupación, las chapas metálicas galvanizadas pueden salvar el día.
¿Pero qué entra en la fabricación de chapas metálicas galvanizadas? En Jiangsu Dingyida Special Steel, comienzan limpiando las chapas metálicas para eliminar la suciedad. Luego sumergen las chapas en un baño de zinc fundido, que las cubre con una capa delgada de zinc. Después, las chapas se enfrían y se secan, y voilà: ¡nace una chapa metálica galvanizada brillante y resistente al desgaste! Es un proceso fascinante que transforma chapas metálicas comunes en chapas especializadas, preparadas para cualquier tarea.